Una instalación de colocación, también conocida como colo, es un centro de datos donde las empresas pueden alquilar espacio para sus servidores y hardware informático. Estas instalaciones ofrecen una variedad de características técnicas y beneficios para las empresas que buscan utilizar servicios de colocación.
Las instalaciones de colocación proporcionan una infraestructura esencial, incluido un suministro de energía confiable, conectividad a Internet redundante y sistemas de enfriamiento robustos para mantener condiciones operativas óptimas para servidores y hardware. También priorizan la seguridad física a través de medidas como sistemas de control de acceso, cámaras de vigilancia y personal de seguridad en el sitio. Esto garantiza que el equipo del cliente permanezca protegido contra accesos no autorizados y posibles amenazas.
Otra ventaja clave de los servicios de colocación es la disponibilidad de conectividad cruzada. Los centros de datos de colocación a menudo tienen múltiples operadores y proveedores de red, lo que permite a las empresas establecer diversas conexiones de red y garantizar una conectividad confiable y de alta velocidad. Esta redundancia en la conectividad minimiza el riesgo de tiempo de inactividad de la red y proporciona a las empresas una mayor confiabilidad para sus operaciones.
La redundancia es un aspecto crítico de las instalaciones de colocación. Por lo general, tienen sistemas de energía redundantes, incluidos generadores de respaldo y sistemas de energía ininterrumpida (UPS), para garantizar una disponibilidad continua de energía. Esta redundancia protege contra cortes de energía y garantiza que los servidores y el hardware permanezcan operativos incluso durante eventos imprevistos.
Las instalaciones de colocación suelen cumplir diversas normativas, como el cumplimiento de estándares de seguridad y privacidad de datos como el RGPD. Este cumplimiento garantiza que las empresas puedan cumplir con los requisitos legales y mantener la seguridad e integridad de sus datos.
Los acuerdos de nivel de servicio (SLA) son una consideración crucial al seleccionar un centro de datos de colocación. Los SLA definen el nivel garantizado de disponibilidad y tiempo de actividad que ofrece la instalación. Los centros de datos clasifican su disponibilidad en niveles, como del Nivel 1 al Nivel 4. Cada nivel representa un nivel diferente de redundancia y resiliencia, y el Nivel 4 ofrece el nivel más alto de disponibilidad y capacidad para soportar cortes de energía de hasta 96 horas.
Los centros de datos también miden su eficiencia operativa a través de la efectividad del uso de energía (PUE). PUE es una métrica que indica la eficiencia con la que un centro de datos utiliza la energía. Los puntajes de PUE más bajos significan una mayor eficiencia, un menor consumo de energía y costos potencialmente más bajos para los inquilinos.
En resumen, las instalaciones de colocación brindan a las empresas una variedad de ventajas técnicas, que incluyen infraestructura sólida, seguridad física, conectividad cruzada, sistemas de energía redundantes, cumplimiento de regulaciones y SLA claros. Comprender factores como los niveles de disponibilidad y las puntuaciones de PUE es importante a la hora de elegir una instalación de colocación que satisfaga necesidades empresariales específicas.